Las colaboraciones entre el régimen nazi y la iglesia católica son bien conocidas, pero ahora bien, la envergadura entre Hitler y el Vaticano de su coalición era sorprendente.
Ahora pondré una frase real que dijo Adolf Hitler en la Conferencia de Obispos en Alemania en el 1933, Quiero ir hacia atrás, cuando la Iglesia consideraba que los judíos eran basura,... reconozco que los miembros de esta raza son nocibos para la nación y la Iglesia.
Una declaración que no oculto las intenciones, tres meses después firmaron un acuerdo entre el Vaticano y Alemania, hasta hace poco documentos ocultos, donde el papa conocía todos los planes y asuntos del nazismo.
La amistad de Pio XII, con los nazis es vigente, sobretodo con el final de la guerra, donde el Vaticano organizaba fugas a criminales de guerra, a distintos puntos de Sud América, España y países árabes. Incluyendo nombres tan ilustres como Franz Stangl, comandante responsable de 900.000 personas gaseadas.
Adolf Eichmann, organizador y jefe de los transportes de los guetos a los campos de exterminio, Eichmann se declaró católico y la iglesia le regaló un pasaporte falso.
Y Alois Brunner que organizó la deportación de 140.000 de Francia, Grecia y Eslovaquia a campos de concentración, antes de huir a Siria con un pasaporte ofrecido por la Iglesia, donde sigue vivo sin cumplir por sus delitos. Disfrutando de una tranquila vejez.
No es de extrañar, que visto lo visto, el suicidio de Hitler sea una patraña y pasara sus últimos días en España o Argentina, lugares donde se han sentido muy agusto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario