La Vampira de Barcelona.

A principios de 1910 en Barcelona, empezaron a desaparecer niños, sin ninguna pista, muchos eran niños huérfanos que vivían en la calle.

Enriqueta Martí sembró de horror la Barcelona de 1912. Secuestraba, prostituía y asesinaba a niños para extraerles la sangre, las grasas y el tuétano de los huesos y elaborar pócimas que sus clientes consideraban mágicas. El relato de las dos niñas que liberó la policía fue recogido por la prensa de la época con buena dosis de morbo.

Se esconde una de las personalidades criminales más feroces de la historia negra de España.
Indican que se alimentaba de la sangre de los niños y elaboraba pócimas para personas de la aristocracia y burguesía.
Por desgracia, fue asesinada en la cárcel, pero las reclusas la degollaron cuando estaba dormida, cuando se percataron que ya estaba muerta. Se ve que la envenenaron antes de entrar en el recinto.
No pudo hacer ninguna declaración, ya que el juicio no se había celebrado aún, muchos durmieron más tranquilos al saber que estaba muerta, pero la gente que compraba sus pócimas y la sangre de los niños nunca fue detenida.
Barcelona la bautizó como “la Vampira del Carrer Ponent”.