sábado, 8 de marzo de 2008

Rouco Varela, enemigo.



EL retorno del cardenal arzobispo de Madrid, Rouco Varela, a la presidencia de la Conferencia Episcopal después de un efímero interregno de monseñor Blázquez debe tener ante todo una lectura estamental, religiosa, según la cual una ajustada mayoría católica actual estaría más de acuerdo con la rigidez formal del elegido que con la meliflua disposición al diálogo del obispo de Bilbao, que ha recibido por ello un desaire sin precedentes: es la primera vez que se le niega la reelección a un prelado en la presidencia de la Conferencia.

Este elemento, lleno de odio a las libertades, le encantaría que nuestro país fuera otra vez, governado por franquistas, para tener más dinero y poder.
Sus principales virtudes son, la represión, el ser homófogo, el bajar a la mujer a su antiguo papel de mujer de casa con hijos, sus antiguas amistades relacionadas con Franco, su racismo ante otras culturas y más perlas que no diré, aunque con la cara que tiene, seguro que ha hecho algún acto como algún compañero suyo, todos sabemos de que hablo.

Una de las mayores fuentes de ingresos de la Iglesia está siendo mermada, con la cada vez, más lógica boda por el ayuntamiento.

Apartar a los niños, salvar a los homosexuales, este ser es capaz de todo con hundir nuestra forma de vivir, el cuento de que Dios creó la Iglesia, ya no lo creemos, buscate una residencia donde pasar tus últimos días.

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